Prevención de Riesgos y Salud

con Concepción Martín de Bustamante

La preocupación por la seguridad y salud de los empleados es el atributo donde las empresas han sido más intensas en sus esfuerzos, las áreas de Prevención de Riesgos y Seguridad y Salud han sido clave en el desarrollo de planes para garantizar la salud de los trabajadores; y dar cumplimiento a los requerimientos legales que surgían del COVID 19.

Concepción Martín de Bustamante

AESPLA

Presidenta

Como líder y experto en este campo nos gustaría conocer tus reflexiones/opinión:

  1. Las áreas de Prevención de Riesgos se han convertido en un valor esencial para la empresa. ¿En qué crees va a cambiar el área de PRL y Salud tras el COVID 19?
    Durante la pandemia, los CEOS han escuchado a los responsables de prevención de la empresa y seguido sus recomendaciones. Esperamos se siga contando con los servicios de prevención cuando se elabore la estrategia de las compañías después de la pandemia. Pues el área de prevención esta al servicio del negocio y, para ser eficientes, el proceso productivo debe tener integrada la prevención de riesgos laborales.

    Las empresas que mejor lo han hecho, son las que tenían verdaderamente integrada la prevención, pues les ha resultado mucho mas fácil retomar o mantener la actividad en condiciones seguras durante la denominada “desescalada”.

    La pandemia ha puesto en valor la actividad de los prevencionistas y en particular de los enfermeros y médicos especialistas en Medicina del Trabajo. Ha traído un verdadero aluvión de ofertas de empleo. Empresas que habían prescindido de los sanitarios, o las que nunca los habían tenido, han visto el valor de incorporarlos a su plantilla. Por poner un ejemplo, el poder confirmar o descartar un caso de COVID-19 rápidamente, o la gestión correcta de los contactos estrechos, repercute directamente en la eficiencia de la empresa, y aún más si es del sector servicios.

  2. ¿Quien y cómo se abordan los planes y medidas que minimizan el riesgo de contagio y garantizan la seguridad de los empleados en la vuelta al trabajo? ¿Qué aspectos se contemplan? ¿Qué duración tienen?
    El liderazgo debe ser del CEO, del comité de dirección, junto con RRHH, del servicio de prevención y, si tienen, del responsable médico. Imprescindible también contar con la representación de la mayoría de los trabajadores. Se ha establecido la obligatoriedad de constituir comités de COVID.

    Para el retorno al trabajo en condiciones seguras, los comités de COVID han elaborado el Plan de Actuación, en consonancia con la estrategia de la empresa, que permite un retorno seguro a través de: minimizar el riesgo de exposición al SARs-CoV-2, evitar el riesgo de contagio en el trabajo y establecer medidas organizativas para evitar la concentración de trabajadores.

    Deben identificarse las actividades que son esenciales, aquellas que aportan valor si se realizan de manera presencial y establecer que tareas admiten teletrabajo.

    Algunas empresas han incluido pruebas médicas, con la realización de PCR, test de Antígenos o análisis de anticuerpos.

    De manera muy resumida, además de las medidas organizativas, como el teletrabajo, flexibilidad en el horario, turnos estables, fichajes digitales, aforo al 50%, plazas de aparcamiento, etc., el Plan de Actuación debe garantizar la distancia de seguridad, el uso de mascarillas, uso de hidrogeles, refuerzo de la limpieza, cartelería, y protocolos de respuesta rápida ante un caso confirmado, sospechoso o confinado y gestionar los contactos estrechos, contemplando también la formación y concienciación de la plantilla.

    La duración de la situación de pandemia va a ser mucho más larga que lo que queríamos creer antes de verano, por lo que los objetivos y presupuestos de las compañías, deben tener presente la situación de pandemia.

  3. En esos planes de retorno, ¿Cómo se abordan otros síntomas derivados de la situación; la gestión del miedo, la ansiedad e incluso depresión por parte de los trabajadores en la vuelta al lugar de trabajo?
    La atención psicosocial de los trabajadores es fundamental. Estamos viviendo meses de incertidumbre real que puede producir ansiedad en muchos casos. Hay personas que han perdido familiares y amigos y algunos no han podido despedirse, ni recibir el apoyo familiar o social que ayuda a superar el duelo. Algunas personas han desarrollado el síndrome de la cabaña, es decir, el miedo a salir y enfermar, tienen miedo a los demás.  Otras personas están muy cansadas, pues durante el confinamiento se ha visto la dificultad de la conciliación, especialmente si hay que ocuparse de niños pequeños o personas con capacidades diferentes o dependientes.  Al trabajar desde casa, en muchos casos se ha perdido la jornada de referencia, sin tiempos de desconexión. Hay estudios que indican que la jornada laboral se ha incrementado un 20% de media durante el confinamiento. El agotamiento físico o mental, puede provocar estrés, insomnio y depresión.

    Algunas empresas y asociaciones han facilitado plataformas de apoyo mutuo, que han resultado útiles y saludables. He comentado que puede haber estrés por el retorno, pero también hay personas que necesitaban volver al trabajo por su salud mental.

    Hemos identificado como buenas prácticas las organizaciones que han establecido canales de comunicación con sus trabajadores, informando y escuchando, para personalizar la respuesta y siendo muy, muy flexibles.

    En definitiva, hay que adaptarse a la situación de pandemia y ser muy flexibles. Dar formación adecuada para saber gestionar las emociones, establecer una jornada “razonable” y facilitar apoyo médico y/o psicológico.

  4. ¿Cuáles son las directrices del área de Prevención de Riesgos Laborales respecto al teletrabajo? Desde postural a ayudas a la desconexión.
    Lo primero debo aclarar que el teletrabajo como tal, no es lo que se ha vivido con la crisis sanitaria, que básicamente ha sido: no vengas a la oficina y trabaja desde casa.

    El teletrabajo, que por cierto se ha aprobado su regulación recientemente, establece que hay que facilitar al trabajador recursos materiales: equipos, acceso remoto, puesto de trabajo ergonómico, etc. y facilitar también recursos personales: formación adecuada, compromiso personal, jornada que permita la conciliación, etc. 

    Desde prevención se ha recordado a los mandos que deben cuidar a su equipo, que hablar a una pantalla genera estrés, empezando por la preocupación si todo va a funcionar bien, y que se deben planificar las reuniones y tareas.  También se ha impulsado la formación en temas de ergonomía, cuidado de espalda y prevención de estrés. 

    El virus de la COVID-19 se trasmite de persona a persona y por los aerosoles, por eso los prevencionistas hemos pedido alargar el teletrabajo todo lo posible.

  5. ¿Se han intensificado las comunicaciones con los empleados? ¿Cuál es la tendencia de estas comunicaciones, hay implicación por parte del máximo/máximos responsable de la compañía?¿Qué tipo de comunicaciones es la más eficaz para estos casos?

    La comunicación en las empresas se ha multiplicado de manera exponencial, casi como los contagios, según ha ido avanzando la pandemia.

    En muchas empresas, ha sido el propio CEO el que informaba a toda la plantilla periódicamente, incluso semanalmente. Se informa de la adaptación de la empresa a la nueva situación, del número de trabajadores afectados, de las medidas que se iban a tomar (ERTES, permisos recuperables, etc.) y de como iba el negocio.

    La comunicación veraz, trasparente y cercana por parte de la empresa, reduce o evita la incertidumbre de los trabajadores. Es mejor saber que vas a entrar en un ERTE, que tener la duda de lo que va a pasar.

  6. ¿Como conviven el aumento exponencial de legislación en materia de salud laboral, con la ley de prevención de riesgos y los planes establecidos para el regreso? ¿Se integra todo en el Sistema de Gestión de Prevención?
    Se han publicado muchísimas normas: BOEs, estrategias, protocolos de los distintos ministerios y luego su aplicación por las Comunidades Autónomas. En ocasiones publicando de manera precipitada, pues en el mismo día se ha modificado dos veces el mismo documento, o ha cambiado de manera sustancial en la misma semana de su publicación.

    En AESPLA circulábamos los documentos con los cambios marcados respecto a la versión anterior. Tenemos en la web toda la normativa que nos aplica y se envía un resumen de los nuevos documentos. Debemos estar al día de la normativa para actualizar los criterios de actuación si fuera necesario.

    La Administración considera que las empresas deben evaluar el riesgo de exposición al virus de la COVID-19 de los trabajadores. La mayoría de las asociaciones del sector de la prevención, consideramos que el virus de la COVID-19 no debe ser un riesgo laboral, para los trabajadores que no tienen, por su trabajo, ningún contacto con enfermos de la COVID-19. No hay que olvidar que estamos en trasmisión comunitaria.

    Por supuesto que es un riesgo para trabajadores sanitarios, socio sanitarios, mantenimiento en hospitales, policías, etc., pero no debe considerarse un riesgo laboral para todos los trabajos.

    Además de evitar la exposición al virus, las empresas hemos adoptado protocolos para evitar contagios en el lugar de trabajo, empezando por la formación adecuada, para que los empleados no acudan al trabajo con síntomas.

    Esta evaluación del riesgo de exposición al virus y las medidas implantadas, como la distancia social o el uso de mamparas, que se han establecido en el Plan de Actuación, deben estar integradas en el Plan de Prevención (que recoge el sistema de gestión en prevención de riesgos laborales) y en la elaboración de la Planificación de la Actividad Preventiva Anual.

    La normativa también ha traído avances en lo que se denomina “salud social”, pues después de años de obviar a los enfermeros y médicos de los servicios de prevención, ahora la Administración les da un papel relevante. Solicitando que trabajen en coordinación con atención primaría, lo que está muy bien, pero que está teniendo dificultades operativas, entre otras cosas, por la sobrecarga de trabajo de los centros de salud y por no haber preparado cauces realistas de comunicación.

  7. ¿Como incurre en los costes de los seguros contratados por las empresas esta pandemia?

    Si nos referimos a compañías aseguradoras, las primas se renuevan de manera anual. En España UNESPA (Asociación Empresarial del Seguro) indicó que las compañías de seguros cubrirían los costes derivados de la atención a los pacientes infectados en colaboración con la Salud Pública.

    Cada empresa tiene distintas cláusulas particulares con sus aseguradoras, así que no creo deba hacer ningún comentario generalista, solo felicitar a las empresas que ofrecen seguros de salud a sus trabajadores y a las aseguradoras, por cómo han dado servicio, y lo están dando, durante la pandemia.

    Si nos referimos a las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social, hay que hacer especial mención a su trabajo, sin incremento alguno de cuotas y cotizaciones sociales para las empresas asociadas o autónomos adheridos. Se han ocupado de hacer frente y pagar las peticiones de prestaciones extraordinarias económicas, más toda la gestión administrativa derivada de los miles de procesos de incapacidad temporal del COVID-19.

    Están realizando un gran trabajo durante toda la pandemia en el asesoramiento a sus empresas asociadas, especialmente a las PYMES,  tanto desde el punto de vista preventivo como prestacional.

    Han puesto a disposición de la Administración sus recursos sanitarios y hospitales, demostrando su alta calidad profesional.

“La pandemia ha puesto en valor la actividad de los prevencionistas y en particular de los enfermeros y médicos especialistas en Medicina del Trabajo.”

Concepción Martín de Bustamante

PRESIDENTA

AESPLA