Reflexiones sobre tendencias en criterios ESG

Entrevista a Alessandra Oglino Senior ESG Advisor en RepRisk AG y Gabriel Cecchini ESG Advisor LatAM en RepRisk AG

Alessanda Oglino

RepRisk AG

Senior ESG Advisor

Gabriel Cecchini

RepRisk AG

ESG Advisor LatAM

En el contexto actual marcado por una ética en caída libre y falta de transparencia, que contribuyen a crear más desconcierto e incertidumbre en la sociedad, se desprende la necesidad de actualizar el significado de la ética y los valores para el desarrollo sostenible global.

Como líderes y expertos en este campo nos gustaría conocer tus reflexiones/opinión:

  1. Situaciones como la que estamos viviendo ponen a prueba la solidez y madurez de las empresas, tanto en el ámbito financiero como en el de gestión. En tu opinión, ¿cómo está afectando la situación provocada por el Covid en la consolidación de la gestión de los criterios ESG en las empresas?
    Aunque en el corto plazo la pandemia puede haber impactado de manera negativa en el desarrollo y consolidación de la gestión de los riesgos y oportunidades de temas ESG (por ej., menos recursos asignados, foco en gestión de crisis, etc.), en el mediano y largo plazo va a incentivar la profundización de los primeros. Para muchos la pandemia es sólo un avance de lo que podría implicar el cambio climático y riesgos relacionados para las empresas y el planeta, y de esta manera sirve para crear conciencia sobre las necesidades de estar preparados para abordar estos riesgos.


    La pandemia ha acentuado también la exposición de las empresas especialmente en los temas sociales como, por ejemplo, condiciones de salud y seguridad de los empleados y consumidores, protección de privacidad de datos personales y monitoreo de trabajo (ante el avance del trabajo remoto), equilibrio entre vida personal y laboral, etc.

    En un sentido clave, la pandemia ha acentuado la importancia de gestionar los riesgos no financieros y “conectar los puntos” entre ellos, ante la creciente demanda proveniente tanto desde nuestro grupos de interés internos (empleados) como externos (consumidores y clientes, sociedad civil, medios de comunicación, etc.). Ante las urgencias de la crisis de la pandemia, los distintos equipos y funciones (Sostenibilidad, Recursos Humanos, Compliance, ERM, Procurement, IR) a cargo de los diversos temas ESG en las organizaciones se han visto forzados a romper “silos” organizaciones y dialogar y coordinar acciones entre ellos ya que una estrategia de negocios sostenible así lo impone. Esta es una tendencia que probablemente se refuerce y crezca en el mediano y largo plazo.

    La pandemia ha abierto también la puerta para la elaboración de planes económicos y financieros, tanto desde el sector privado como público, que apuntan a una recuperación post-Covid “verde” a través del otorgamiento de créditos, subsidios y otras formas de financiamiento e inversiones para la promoción de sectores de la economía – energías renovables, transporte eléctrico, industria forestal sustentable, etc. – que contribuyan y aceleren el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU así como las metas del Acuerdo Climático de París. La idea central es que la salida de la crisis pase por una recuperación económica basada en el desarrollo sostenible.

  2. Durante el último año ha habido movimientos importantes que afectan a los criterios de reporte ESG, donde destacan tres tendencias:
    • Refuerzo de los criterios de reporte obligatorio, en 2021 la UE revisará la Directiva de informes no financieros.
    • Presión creciente de los inversores, los mejores exponentes son la carta anual de BlackRock y el crecimiento de los fondos de inversión con criterios ESG.
    • Armonización de estándares GRI, SASB; CDP, CDSB; e IIRC han declarado su intención de cooperar, aunque ha aparecido una propuesta por parte de para desarrollar normas ESG

    Estos factores hacen mucho más compleja la gestión de la sostenibilidad y crecen los riesgos asociados. ¿Es posible gestionar de forma sostenible y coherente con la estrategia de negocio sin descuidar estos aspectos?

    Todos los esfuerzos tendentes a alinear y homogeneizar los estándares de reporting y métricas no financieros sin dudas aliviará el trabajo de las empresas a la hora de poder responder a los requerimientos de divulgación de información demandados por distintos tipos de actores, principalmente reguladores e inversores institucionales, que buscan poder evaluar y comparar de manera robusta la performance ESG de las empresas.

    La claridad con respecto a los estándares y métricas de reporting también deberá hacer más fácil la conexión entre estos indicadores y el desempeño financiero de una empresa, pudiendo hacer un seguimiento y evaluación más estrecha de una estrategia de negocios sostenible.

    Siguiendo las últimas noticias sobre el trabajo conjunto de consolidación de estándares entre los Sustainability Accounting Standards Board (SASB) y el International Integrated Reporting Council (IIRC), entre otros esfuerzos similares, es estimulante ver que los líderes de la industria se juntan y colaboran en pos de un objetivo unificado de intentar brindar claridad al ecosistema de reporting ESG. Sin algún nivel de estandarización, las empresas y los inversores pueden tener la impresión de que este ecosistema de reporting ESG es un blanco u objetivo en constante movimiento. Por consiguiente, la estandarización no solo es necesaria sino crucial y parte de la evolución y maduración general del campo ESG.

    Desde nuestro punto de vista, uno de los mejores aportes que los proveedores de datos ESG – como en el caso de RepRisk – pueden ofrecer es tener una metodología consistente, basada en reglas y, sobre todo, transparente, todas condiciones esenciales para una estandarización de datos robusta, que permita tanto a los inversores como a las empresas poder tomar decisiones efectivas.

  3. Estas tendencias vienen dadas fundamentalmente por los stakeholders institucionales e inversores ¿qué está ocurriendo con el resto de los grupos de interés? ¿cómo gestionar el ecosistema global de grupos de interés y gestionar globalmente los riesgos reputacionales?
    El espectro de stakeholders y la intensidad con que están evaluando el comportamiento de las empresas es cada vez mayor. Potenciado por las nuevas tecnologías sociales de comunicación, nuestros consumidores y clientes, ONGs, los reguladores y los medios de comunicación, y también crecientemente nuestros propios empleados y otros actores de nuestra cadena de valor, están comparando lo que la empresa “dice que hace” contra la que “realmente hace” (en otras palabras: si la empresa “walks the talk”) y en cuanto ven que existe una brecha grande o pequeña entre ambos, están dispuestos a hacer saber esta contradicción.


    Este monitoreo continuo por parte de nuestros stakeholders se aplica tanto nuestra empresa tenga una buena o mala performance ESG, una buena o mala reputación.

    Para poder gestionar este ecosistema de grupos de interés, es necesario estar al tanto en tiempo real y manera directa sobre cómo están evaluando de manera crítica a nuestras empresas. Es necesario entonces adoptar un enfoque “outside-in” (o de afuera para adentro) que es el que aplica RepRisk a través del screening de decenas de miles de fuentes de información externa de manera cotidiana para cuantificar la exposición a riesgos ESG de una empresa y poder identificar, evaluar y monitorear cada uno de estos incidentes de riesgos ASG de manera efectiva.

    Esto permite estar al tanto de cuáles son los temas en los cuales nuestros stakeholders están poniendo su atención y con qué nivel de severidad están evaluando los eventos negativos que se han materializado y están ligados a los primeros, así también poder hacer este seguimiento en el tiempo e identificar tendencias a nivel de empresas, sectores, proyectos, regiones o países, etc. Esta información es un insumo importantísimo para los Directorios de las empresas para de esa forma poder hacer rendir cuentas al Senior Management sobre los riesgos a los cuales está expuesta la organización y sobre los cuales debe actuar de manera proactiva. Tal como mencionó recientemente Larry Fink de BlackRock en su carta anual a CEOs, “evaluar los riesgos de sostenibilidad requiere que los inversores tengan acceso a información pública material, de alta calidad y consistente”.

  4. En lo que se refiere al aspecto financiero, tanto la explosión de fondos de inversión sostenible como la nueva taxonomía europea sobre financiación sostenible confirman que la sostenibilidad ha entrado en la corriente principal del comercio mundial. ¿Qué tendencias creéis que van a marcar el 2021 en este ámbito? ¿hay algún aspecto diferencial para España?
    El interés por la sostenibilidad está creciendo de manera acelerada, y las empresas intentan adaptarse a este vertiginoso ritmo. Es clave priorizar los instrumentos a implementar y las iniciativas ESG a las que adherirse, teniendo presente los recursos disponibles y las demandas de los stakeholders, así como las tendencias del sector dentro de las cuales operan.


    A través del diseño e implementación de múltiples políticas, procesos y herramientas de gestión de riesgos y oportunidades de temas ESG así como también la adhesión a distintos tipos de iniciativas y compromisos (por ej., Cambio Climático, Derechos Humanos, etc.) existe un gran riesgo de prometer más de lo que realmente se podrá ofrecer o con lo cual se podrá cumplir pudiendo dar lugar al espacio para el “greenwashing” intencional o no intencional, el cual también hoy en día es un tema central que está bajo el foco de los stakeholders.

    Ciertamente este tema devendrá aún más sensible a partir de la entrada en vigor el pasado 10 de marzo de la nueva regulación de divulgación de finanzas sostenibles (SFDR, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea que obliga al sector financiero y de inversiones a reportar de qué manera está integrando los riesgos de sostenibilidad en sus procesos de tomas de decisión de inversiones así como también los impactos adversos o negativos de sus decisiones en ciertos factores de sostenibilidad.

    Asimismo, la empresa debe estar en condiciones de asegurar que su gestión de los temas ESG sea coherente al nivel de toda la organización y que distintos departamentos / funciones no pujen por lograr objetivos que choquen unos con otros (por ej., equipos de Asuntos Gubernamentales que realizan lobby en contra de ciertas regulaciones medioambientales, mientras el equipo de Sustentabilidad pugna por mostrar adherencia a esta últimas).

    Adicionalmente y en pos de cumplir con las demandas que provienen especialmente de reguladores e inversores institucionales, será clave tener acceso a datos ESG tanto internos como externos que permitan gestionar tanto los riesgos como las oportunidades en relación a los temas de sostenibilidad. Los lineamientos estratégicos así como los objetivos a alcanzar por los programas de sostenibilidad deben estar basados, justificados y nutrirse de datos cuantitativos y cualitativos ESG que provengan tanto de fuentes internas como externas a las empresas.

    Por último, los Directorios de las empresas deberán contar con uno o más Directores especializados y competentes en temas ESG que sean materiales para los sectores donde esas empresas operan y que permitan introducir esta agenda dentro de los lineamientos estratégicos de las organizaciones a su más alto nivel.

La claridad con respecto a los estándares y métricas de reporting también deberá hacer más fácil la conexión entre estos indicadores y el desempeño financiero de una empresa, pudiendo hacer un seguimiento y evaluación más estrecha de una estrategia de negocios sostenible..

Alessandra Oglino

Senior ESG Advisor

RepRisk